TEJEDORES DE PUENTES
El día de Navidad por la tarde, fui al cine a ver la “Belleza Oculta” y siento decir que me gustó poco, porque el tema, que según leí a algún crítico, gira en torno a la frase del escritor de Dostoyevski: “la belleza salvará al mundo»; podía haber sido mejor tratado o genialmente enfocado, pero es un film que no engancha y en determinados momentos resulta muy superficial y hasta empalagoso.
Mi sensación es que se intenta manipular emocionalmente al público, rascando en su sensibilidad, utilizando además la época de la Navidad. Ahora bien, si escribo sobre él, es porque recoge varias ideas que tienen un gran valor humano y además relacionadas con el trabajo que realizamos en los procesos de coaching y que trataré en este artículo.
La historia gira en torno a un exitoso publicista neoyorquino y sus compañeros de trabajo que además son sus amigos. Dicho hombre sufre una tragedia personal y se deprime abstrayéndose de la vida. Pasa el día ensimismado, no quiere trabajar, no quiere relacionarse, no quiere comer, duerme poco…Sus compañeros diseñan un plan para que supere su dolor, salga de su letargo y regrese al juego de la existencia. La ejecución del mismo impacta en el protagonista y gracias a la persistencia en el programa y otras sorpresas, acabará produciéndose la transformación de su dolor.
Ahora bien, ¿qué son esas ideas que llamaron mi atención en la película que se relacionan con los beneficios del coaching?
Hay varias, pero las más destacables, sobre las que quiero escribir aquí son dos:
1.- El tipo de diálogo que solemos tener con el tiempo, el amor y la muerte.
2.- El poder liberador de los buenos diálogos.
Antes de desarrollar brevemente, estas dos ideas, pregunto:
¿Qué les dirías tú al tiempo, al amor y a la muerte si vinieran a charlar contigo?
En general, la humanidad vive con un nivel de angustia existencial considerable. Si el AMOR, la MUERTE y el TIEMPO viniesen a visitarnos y se presentasen como personajes alegóricos, les espetaríamos en su cara esta carga emocional, porque son ellos quienes más trastocan nuestros periodos de tranquilidad. Seguramente les pediríamos explicaciones y nuestro mayor número de preguntas vendrían precedidas del “por qué”…
Quién no ha sufrido por el TIEMPO que se agota cuando más lo queremos, que no da cuando más lo necesitamos, que nos marca ritmos frenéticos de vida, que nos obliga a aceptar el fin de la juventud, que nos pone al borde del precipicio cuando tenemos una fecha de caducidad orgánica o que puede llegar a obsesionarnos.
- ¿Qué le dirías tú al TIEMPO?…
Yo, entre varias cosas, le diría que desde que he descubierto la intemporalidad del aquí y ahora, tengo más paz y armonía, aunque a veces me desboque otra vez por la angustia del pasado o el temor ante el futuro. Le diría que ha aprendido a vivir con PRESENCIA y que me llevo mejor con ella que con el TIEMPO, porque ella me ayuda a reencontrarme con mi paz interior y sin embargo el tiempo me secuestra la calma.
¿Y a la MUERTE?…precisamente en la película, el protagonista sufre a causa de la MUERTE, un dolor insoportable. La muerte siempre nos asusta y se presenta para arrebatarnos a seres muy queridos. Casi nunca la percibimos como una liberación (idea que citan en la película), sino como el triste final de esta aventura en el mundo. Así que,
- ¿Qué le dirías a la MUERTE?…
El diálogo que tendríamos con el AMOR, probablemente sería menos inquisitivo, porque simplemente con escuchar la palabra amor, tendemos a ponernos tiernos y a sentir esperanza. Muchos le preguntarían acerca de las heridas y cicatrices que tienen por su causa, pero me parece que el amor no les contestaría, porque intelectualizar el amor nunca funciona. El AMOR es un misterio y una necesidad. Es también un sentimiento expansivo y unificador inexplicable. Todos necesitamos amor y todos sentimos amor, aunque ese sentimiento tan liberador y tan expansivo se constriña cuando pretendemos encasillarlo, calificarlo, o explicarlo mentalmente. Pero, esto lo digo yo, así que te pregunto:
- ¿Qué le preguntarías tú al AMOR? …
En la película, las conversaciones con la MUERTE, el TIEMPO y el AMOR logran que comience el cambio para el personaje central y ahí es donde el mensaje de la película es realmente significativo e importante para el espectador, porque gracias a los buenos diálogos podemos curarnos, podemos liberarnos y en el COACHING la persona crece, logra, mejora, cambia y también se libera gracias a los enriquecedores DIÁLOGOS que propicia un coach avezado, sensible e intuitivo.
En su libro “La segunda creación”, el biólogo inglés, Ian Willnut, famoso por ser el “padre” de la oveja Dolly, el primer mamífero generado con el proceso de clonaje, escribe sobre el DIÁLOGO como fuente de vida. Llega a decir: “los genes no operan aisladamente. Están en constante diálogo con las demás partes de la célula que, a su vez, responde a las señales de otras células del cuerpo que están en contacto con el ambiente externo. Cuando no se procesa correctamente este diálogo, los genes pierden el control, las células crecen desordenadamente y el resultado es el cáncer”.
En la película, el protagonista entra en un proceso de autodestrucción, porque no quiere la interacción con los otros, ni con la vida. Y es precisamente a través de la palabra y del intercambio de las palabras con los otros, a través de los conversaciones que mantiene con los personajes alegóricos citados y otra persona muy importante de su realidad, cuando comienza su transformación sanadora. No reprime el problema, sino que lo empieza a entender y comienza a comprenderse a sí mismo también, cuando se encuentra con los otros. Son los otros quienes le aportan respuestas, pero aún más importante, son precisamente los otros quienes le formulan PREGUNTAS. Y estas preguntas actúan como las claves y los códigos que abren puertas en su interior hacia la creciente claridad, esperanza, confianza y poder.
Así que ir al encuentro con el otro, compartir experiencias, buscar sabiduría y conocimientos o simplemente manifestar lo que llevamos dentro con el retorno de otra voz, es un imprescindible a recuperar en una sociedad donde hemos perdido las sabias costumbres de las tertulias, de charlar con los ancianos, de atender a las personas sabias que siempre las hay o de escuchar con interés y atención; en definitiva de ser tejedores de PUENTES por los que transitar buscando a los otros como espejos y como testigos de nuestra realidad para entenderla.
Gracias. Me ha encantado leerte…como educadora, creo que es la clave: comunicarnos, hablar, expresar lo que va por dentro,…
Muchas gracias por tu comentario. Tienes razón, Tatiana, es clave comunicarnos.
Marta me ha gustado mucho, gracias por este año de tantas bonitas lecturas…nos hacen aprender y reflexionar… felices fiestas
Muchas gracias, Laura. Me alegra saber que ayudan. Un abrazo
¡Buenas noches!. Me encantó. Pero si de una tarta se tratase este escrito; mi porción sería el último párrafo.
Una vez más, te felicito. Un besín.
Muchas gracias, por vuestro comentario, Teresa y José. Siempre estáis ahí y eso es reconfortante para nosotros porque en definitiva nuestra labor sois vosotros que nos leéis. Un año grande para vosotros con todo lo mejor. Besos
Esta es mi declaración oficial de mis Principios como Ser Humano
http://improntacomunicacion.com/esta-es-mi-declaracion-oficial-de-mis-principios-como-ser-humano/