EL CONFINAMIENTO O LA LIBERTAD
Termina Octubre de este año 2020 en el que se han alterado radicalmente nuestras vidas. El coronavirus lo ha trastocado todo. Nuestros cuerpos y su salud, nuestra emociones que andan a flor de piel, nuestra forma de trabajar, nuestra economía, la forma de hacer política y también la forma en que nos relacionamos unos con otros. Todo ha cambiado en siete meses. Y en este momento, cuando el confinamiento vuelve a ser una necesidad y las mascarillas ya son una obligación así como la distancia social, me hago una serie de preguntas, todas referidas a la “libertad” del ser humano.
Pero antes de escribir sobre las ideas que quiero compartir sobre la libertad, tenemos que tener presente que no podemos intentar vislumbrar el futuro en esta situación, porque puede resultar muy desgastante y perturbador. Es decir, esta pandemia y sus efectos han de ser vividos por nosotros, ciudadanos de a pie, aferrándonos a las cosas positivas que tenemos cada día. Si no, me temo que puede resultar insoportable por el sentimiento de alerta ansiosa por que esto termine cuanto antes y nos salvemos todos.
Una pandemia como una guerra o una catástrofe colectiva es una situación siempre opresiva para el ser humano. Sin embargo, todos sabemos por la experiencia que nuestros mayores no han transmitido que cuando esos acontecimientos terminan las personas entran en una nueva etapa vital. Y entrar en una nueva etapa vital después de haber vivido experiencias duras, supone recomenzar con otra cualidad en la forma en que afrontamos las cosas. Esta cualidad es saber afrontar las cosas mejor, con más recursos, haciéndonos más responsables y menos víctimas, es decir, con mayor capacidad. Y esto es muy valioso, pues sentimos que crecemos como personas.
Volviendo al tema central de este post, que es la libertad, lo he elegido por el nuevo confinamiento en el que ya estamos inmersos los españoles. Nos vuelven a recluir.
Y recuerdo el mito griego de Dánae que fue recluida en prisión para que no concibiera hijos, hasta que Zeus llegó hasta ella en forma de lluvia dorada haciéndole concebir a Perseo.
Dánae representa en el mito esa parte del ser humano que es reprimida o inhibida para que no se manifieste. Es como si la creatividad inherente en cada uno de nosotros la metiésemos en una celda, bien cerrada para que no vea la luz y no salga al mundo.
Así que partiendo de este mito, pregunto:
¿qué parte del ser humano moderno está siendo confinada y reprimida para que no se manifieste?, ¿cuánto tiempo estará confinada?, ¿acabará llegando la lluvia dorada de Zeus para que se engendre la criatura y vea la luz?, ¿qué puede representar la lluvia dorada del gran de Zeus en este encierro nuestro?
Invito a los lectores a que sigan el juego y reflexionen sus repuestas.
1.- Muchos dicen que las limitaciones y prohibiciones que vivimos en el mundo exterior reflejan nuestros propios miedos e inhibiciones, es decir, que la conciencia colectiva que se manifiesta en acontecimientos como el que estamos viviendo es la suma de conciencias individuales interconectadas.
Nuestro raciocinio puede ser tirano represor de lo que anhela nuestro corazón. Así que ¿qué anhelamos los seres humanos del siglo XXI?, ¿qué querríamos ver en nuestro mundo cuanto antes aunque choque con nuestros pensamientos y creencias tan arraigadas en nosotros?, ¿a qué estamos renunciando como seres humanos del siglo XXI?, ¿hay alguna alternativa a esa renuncia?
2.- Aunque sea aventurado decirlo, creo que esta experiencia que estamos viviendo tan dura hará que muchas personas alcancen una base sólida para dejar de “confinar” su creatividad y se atrevan a manifestar en este mundo lo que anhela su corazón.
3.- Además no está invitando a tomar conciencia sobre cuestiones esenciales que teníamos olvidadas. Como por ejemplo, la vida de las personas mayores, el valor que tienen los colegios para los niños y sus padres, los beneficios de las nuevas formas de trabajo como teletrabajo alternándolo con el presencial, la necesaria reinvención de los negocios, la fuerza de la tecnología y lo importante que es poner límites éticos, la solidaridad entre las persona, etcétera.
4.- Es importante recordar que a pesar del duro confinamiento de la primera etapa, contamos en todo momento con los productos y los servicios esenciales. Esto nos coloca en una situación de gran privilegio en relación con las zonas geográficas del planeta que no tienen lo mínimo para sobrevivir. El informe 2020 de la ONU se centrará precisamente en el desarrollo humano de todos los seres del planeta eliminando las grandes diferencias.
5.- La falta de violencia, de terror, de tortura, de hambre, también nos coloca en una situación privilegiada frente a las personas que viven o han vivido conflictos bélicos. Hay personas que piensan que una pandemia es un guerra bacteriológica, pero es importante tener presente, que aunque hay muertes, no hay además esos terribles sucesos.
6.-¿Qué valor crees que pueden tener la creatividad de los seres humanos y la confianza de unos en otros para que la etapa post-pandemia no sea tan gris como se vaticina en diferentes sectores?
Volviendo al mito de Dánae, esa lluvia dorada de Zeus es la libertad que recuperaremos con el fin del confinamiento y de la pandemia, pero si no engendramos el fruto de esa libertad no habrá servido para nada este sacrificio. La creatividad genuina será imprescindible para que vayamos manifestando el anhelo de nuestro corazón, y la confianza de unos en otros tejerá puentes para que proyectos colaborativos hagan realidad el anhelo del corazón del mundo.
©Marta Antuña Egocheaga. Gijón (Asturias), 31 de Octubre de 2020
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